Debajo de la escalera
DEBAJO DE LA ESCALERA
Los padres de Francisca le habían inculcado el amor y devoción a San Francisco, de fuerte arraigo en el pueblo de Moncada.
Francisca encontró el Beaterio de Terciarias Franciscanas que existía en Valencia desde el siglo XIII. Allí vivían las beatas, mujeres piadosas que hacían el bien y atendían a personas ancianas y enfermas en sus casas. Las beatas tenían unas sencillas normas que les permitía algo de vida común.
Se acercó, pues, al Beaterio, situado en lo que es hoy es la C/ Arzobispo Mayoral, donde se encuentra la Casa General de la Congregación.
Allí le negaron también la entrada porque ya no tenían espacio. Francisca no se desanimo e insistió una y otra vez hasta que la admitieron y la pusieron debajo de la escalera. Una bendición para Francisca y posteriormente para todo el Beaterio. Lo importante no era el lugar, el rincón, sino la oportunidad para seguir buscando lo que Dios quería de ella y la gozosa certeza de que tenía que seguir buscando.
Una respuesta
Que buen sitio